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Relatos olvidados en el metaverso

DISPERSIONES DE UN LEVANTE CUALQUIERA

DISPERSIONES DE UN LEVANTE CUALQUIERA Una mañana más se asoma el sol por los rascacielos de taitantos pisos, eso quiere decir que los domingueros vienen como los pastores a Belén. En fila india se asoman las sombrillas, ¡que miedo! vienen los cocodrilos. Parecen desgastados ya, el plástico de las colchonetas es lo que tiene. A esta civilización le quedan dos días, os lo digo yo.
Ya están aquí; ojala quemara yo que rabiara, ojala viniera el viento del norte y me enviara lejos hacia las calas, aunque pronto esos secuaces domingueros lo descubrirían y vendrían a por mí. No sé si es magnetismo lo que sienten esos urbanitas o es que disfrutan pisándome.
Y ahora el invento de las esculturas de arena. Parezco mortadelo, todo los días una parte de mi al lado del paseo marítimo. Todos mirándome con cara de tontos dependiendo de si soy Conan el Bárbaro o la Sofía Loren. Os confieso que disfruto cuando me transformo en Poseidón, ¿quién no fantasea alguna vez?
Echan unas míseras monedas a mis faldas, el escultor recoge el chiringuito y  marcha al burguer de la esquina.

 

Mañana ¿Dónde posaré?, ¿quién seré?, ¿saldrá el sol?, ¿exterminarán a los domingueros?

 

YRB

3 comentarios

Alasalamar -

¿Serán acaso los domingueros y otros turistas irredentos de temporada como aquellos bárbaros que empujaban contra las fronteras del Imperio Romano hasta reventarlas, pero mucho más aburridos y parecidos a cada uno de nostros?

Maitencillo -

¿Sabes? aquí empezó la temporada alta y ahora la playa ¡mi playa! es un mosaico de gente con la radio a todo dar, toallas, botellas de plástico, quitasoles, latas de cerveza, papeles y un cuanto hay...

dosamantes -

Le das un toque de humor a las grandes urbes en que se han convertido los sitios más turísiticos, de España, Valencia, Alcira, Alacuás, de Alicante el monstruoso Benidorm, de Tarragona la tierra de Salou, y podríamos seguir. Es cómico como todos van con su sombrilla, sillita, partida de cartas a tomar un poco el sol, pegados entre sí, sin intimidad. Es asombroso que a partir de una hora ya no quede ni un palmo libre. Estamos fastidiando la Madre Naturaleza, que tu tan bien describes en tu texto.